Hacía bastante que no os traía un juego de los de siempre.
Hoy vamos a jugar a la carrera de caracoles. Y no, no es esa en la que ponemos a unos caracoles en un punto, un pedazo de lechuga a una distancia prudencial, y esperamos a ver quién llega antes. Podría ser una opción de juego, pero creo que es más divertido ser nosotros los caracoles.
El juego es básicamente el mismo que con los caracoles de verdad, pero no necesitamos ni lechuga ni caracoles, con una tiza nos vale.
☻Con ella trazamos una línea en el suelo, que será la salida.
☻Para que podamos jugar todos, le pedimos a un adulto que nos dé la señal de salida. Si tiene una bandera de cuadros sería genial, pero si no con un pañuelo, o con el brazo, también nos vale.
☻Ahora tenemos que avanzar lo más lentamente que podamos hacia la línea de meta, sincronizando brazos y piernas. Ya sabéis, cuando levantemos la pierna derecha, levantamos el brazo izquierdo, y al revés.
☻No hay que correr, porque gana el último que llegue a la meta.
☻¡Ojo! No vale pararse para ganar, tenemos que estar moviéndonos y avanzando todo el rato, pero ser los más lentos para ganar.
Estoy enlazando esta entrada a la fiesta de enlaces de Personalización de blogs.
que original! vengo de la fiesta de enlaces, un besito!
ResponderEliminarGracias.
EliminarYo también te conocí en una fiesta de enlaces pasada, y desde entonces te sigo, me encanta lo que haces.
Un saludo.
jajaja ¡buenísimo! una idea estupenda para este verano con los peques.
ResponderEliminar¡gracias por compartirla! :D
feliz comienzo de semana ;)
Sí es una manera de "cambiar" las carreras clásicas.
EliminarGracias Celia por visitarme.
Un saludo.